viernes, 13 de noviembre de 2009

Periodos en los que se divide la historia de Roma, desde su origen hasta la definitiva desaparición del Imperio


Según la leyenda, roma fue fundada por los hermanos Rómulo y Remo, quienes fueron abandonados cerca del río Tibet, y una loba los amamanto. Cuando estos niños crecieron fundaron una ciudad en la ribera de dicho río. Lo cierto es que los fundadores de roma fueron pueblos latinos, quienes hacia el año 753 a.de C., se establecieron al sur del río Tibet, en las siete colinas del palatinado de la región del Lacio y eligieron un rey. Desde entonces se distinguen tres periodos de la Historia de Roma:

La Monarquía (753-509 a.de C.), durante la cual gobernaron siete reyes. El primero fue Rómulo, quien llego a unificar las siete aldeas iniciales de Roma. Los tres siguientes fueron los reyes sabinos Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio, quienes se impusieron sobre los latinos, y los tres últimos fueron los reyes etruscos Tarquino el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio, quienes habían invadido el Lacio y dominado Roma.
En este periodo surgió la asamblea y el senado, que para finales del siglo VI a. De C., formaron un sentir nacionalista romano en contra de los reyes de origen etrusco, al grado de producirse una revuelta aristocrática que puso fin al dominio etrusco y la instauración de la republica romana.
La República (509-27 a. de C.), luego de la expulsión de los etruscos, la aristocracia o patriciado romano tomó el poder político, se entabló la lucha entre patricios y plebeyos, se consolidaron las instituciones republicanas, se produjeron sublevaciones de esclavos, y se inició la expansión territorial de Roma por la Península Itálica, el Mediterráneo y Asia Menor.
El Imperio (27 a. de J.C.-476 d. de J.C.), el cual llegó a ser el más extenso del mundo, al agregarse a los territorios anteriormente conquistados, la Dacia (actual Rumania), al sur de Gran Bretaña, Siria y Palestina. El imperio está encabezado por el príncipe, que era máximo jefe militar y religioso, revestido con el título de imperator. La muerte del emperador, generalmente causaba conflictos entre grupos rivales, periodos de anarquía y de dictadura militar, por no existir un sistema sucesorial claramente definido. El imperio romano, como cualquier otro imperio, sucumbió en el momento en que parecía eternizarse.

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