Las tabernae eran establecimientos comerciales ubicados en dependencias de las casas romanas que se abrían hacia la calle, y que por lo general no tenían acceso a la vivienda principal.
Podían tener una o dos plantas, usándose la planta superior como vivienda del propietario de la taberna o almacén.
Los usos más frecuentes de las tabernae eran:
Panadería, con horno, e incluso algunas con molino de acción manual.
Lavandería (fullonica).
Despacho de bebidas y comidas calientes (thermopolium).
Zapatería y artesonado del hueso y el marfil.
Telares para la fabricación de vestimentas.
A la entrada solían tener un mostrador realizado con materiales de albañilería, donde exponían sus productos.
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