sábado, 6 de marzo de 2010

CATEDRAL DE PISA


La catedral de Santa María Asunta, en el centro de la Piazza dei Miracoli es la catedral medieval de Pisa. Obra más representativa del románico, en particular del románico pisano, muestra el testimonio tangible del prestigio y de la riqueza alcanzados por la república marinera de Pisa en el momento de su apogeo.
HISTORIA
Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos. En el mismo año se iniciaba también la reconstrucción de la Basílica de San Marcos en Venecia, por lo que puede colegirse que también hubo cierta rivalidad entre las dos repúblicas marineras para crear el lugar de culto más bello y suntuoso.
La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II, que pertenecía al grupo pisano de los Gaetani (o Caetani), condes de Terriccio y d'Oriseo, pero ya en la primera mitad del siglo XII fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Rainaldo a quien correspondió el proyecto de la fachada actual, concluida por su grupo de maestros guiados por los escultores Guglielmo y Biduino.
El aspecto actual del complejo edificio es el resultado de repetidas campañas de restauración que se sucedieron en diversas épocas. Las primeras intervenciones radicales se realizaron tras el incendio de 1595: se elaboraron las puertas de bronce de la fachada, obra de escultores de la escuela de Giambologna; a partir del siglo XVIII se inició el progresivo revestimiento de las paredes internas con grandes pinturas en tela, los quadrones con Historias de beatos y santos pisanos, realizados por los principales artistas de la época gracias a la iniciativa de algunos ciudadanos que se financiaron creando una actividad comercial para el efecto.
Las intervenciones sucesivas se dieron durante el siglo XIX y se concentraron en las decoraciones internas y externas, que en muchos casos, por ejemplo para las esculturas de la fachada fueron sustituidas por copias (los originales están en el museo.

PARTES
Al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas.
Exterior


La riquísima decoración comprende mármoles multicolores, mosaicos y numerosos objetos de bronce provenientes del botín de guerra, entre los cuales el Grifo usado como parte del techo, junto a Palermo en 1061.


Los arcos de perfil agudo hacen referencia a influencias musulmanas y del centro de Italia. La fachada de mármol gris y blanco, decorada con incrustaciones de mármol colorado fue edificada por el maestro Rainaldo.
Su famoso campanario la Torre de Pisa Los tres portales están bajo tres órdenes de logias divididas por cornices con teselas de mármol, tras las cuales se abren monóforas, bíforas y tríforas.


La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de la Puerta de San Raniero, hoy colocada atrás, frente a la Torre inclinada. Fundida en torno al 1080 por Bonanno Pisano, y única que sobrevivió al incendio que semidestruyó la nave, esta puerta fue transferida de su lugar original en la fachada precisamente tras el incendio.
La puerta de san Raniero está decorada con 24 motivos ornamentales dentro de cornices. Esta puerta es una de las primeras producidas en Italia en la Edad Media, tras la importación de numerosos ejemplos de Constantinopla (en Amalfi, Salerno, Roma, Montecassino, Venecia) y se admira de ella una sensibilidad occidental, que se separa de la tradición bizantina.
Sobre las puertas hay cuatro filas de galerías abiertas, con la Virgen y el Niño en la cima y, en los ángulos, los cuatro evangelistas, la tumba de Buscheto se encuentra a la izquierda de la puerta norte de la fachada.
Interior



El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fuera similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631).

Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo, botín de la batalla en la “Cala” de 1063.
El gran mosaico del ábside con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. El San Juan Evangelista es la última obra realizada por él antes de la muerte y una de las pocas de las que existe documentación certificada. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas, como la de Cefalú y Monreale, en Sicilia.

Entre las obras medievales que escaparon al incendio figuran el fresco La Virgen con el Niño del pisano Maestro de San Torpè en el arco triunfal, y bajo él el pavimento cosmatesco, realmente raro fuera del Lacio. Fue realizado con teselas de mármol usando temas geométricos en opus alexandrinum (mitad del siglo XII).
El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época. En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoya, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son
• La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
• La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
• El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Por estas cualidades unidas a la técnica narrativa de las nueve escenas es considerado como la obra maestra de Giovanni y de toda la escultura gótica italiana.
El púlpito solicitado a Giovanni sustituyó a otro realizado por Guglielmo (1157-1162) (púlpito del Maestro Guglielmo), que fue enviado a la Catedral de Cagliari, dependiente del arzobispo de Pisa.
Dado que no había documentación de cómo era el púlpito antes de ser desmantelado, fue reconstruido en una posición distinta de la original y, seguramente, con las partes en el mismo orden y orientación de como se había pensado. No se sabe si poseía o no una escalera de mármol.
La iglesia conserva además las reliquias de San Raniero, patrón de Pisa, y la fragmentaria tumba de Enrique VII, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, muerto en Buonconvento mientras asediaba Florencia. La tumba, también desmontada y recompuesta, fue esculpida por Tino da Camaino entre 1313 y 1315 y está en el transepto derecho, mientras que originalmente estaba en el centro del ábside, como signo de la fe gibelina de la ciudad. Sucesivamente trasladada otras veces por cuestiones políticas, fue separada en varias partes (unas dentro de la iglesia, otras en la fachada, otras en el cementerio monumental, y finalmente en el museo).
Las 27 pinturas que revisten la tribuna detrás del altar mayor, que representan Episodios del Antiguo Testamento e Historias cristológicas, fueron realizadas entre el siglo XVI y XVII por los mejores pintores de Toscana: Andrea del Sarto, El Sodoma y Domenico Beccafumi.

Numerosos y preciados son los adornos del siglo XVII, entre los que sobresalen el crucifijo de bronce del altar mayor y los ángeles portacandelabros al extremo de la “transenna” de mármol, obra de Giambologna. Además está el ciborio de plata ideado por Giovan Battista Foggini (1678-1686) en el altar de la capilla del Santísimo Sacramento. En los numerosos altares laterales se encuentran pinturas del siglo XVI y XVII elaboradas por pintores prestigiosos. Particularmente venerada es la imagen de la Virgen con el Niño (del siglo XIII), llamada Madonna di sotto gli organi, atribuida a Berlinghiero Berlinghieri.

El edificio, como el campanario está hundido perceptiblemente en el suelo, y algunos desequilibrios en la construcción se pueden ver con facilidad así como las diferencias de nivel entre la nave de Buscheto y la prolongación por obra de Rainaldo.
Los originales “graduales” de la catedral, obra de Giovanni Pisano de fines del siglo XIII fueron sustituidas en 1865 por el actual Sagrato. Estos graduales rodeaban el perímetro de la catedral al nivel del terreno y consistían en un casco de recuadros esculpidos con figuras de animales y cabezas. Actualmente algunos fragmentos se pueden ver en el museo.

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